El coste de los seguros no ha dejado de aumentar porque nos enfrentamos a un «mercado duro».
Varios factores, como los fenómenos meteorológicos y la inflación, han cambiado la situación del sector asegurador. Las primas de seguros están aumentando; las compañías de seguros están endureciendo sus normas de suscripción, retirándose de determinadas líneas de seguros, así como de determinadas zonas geográficas.
¿Qué es un mercado difícil?
La situación actual del mercado es el resultado de la confluencia de varios factores. Según los expertos en la materia, los principales factores son la pandemia del Covid-19, el aumento de los tipos de interés, los grandes fenómenos meteorológicos y la inflación social.
La actual pandemia de Covid-19 ha sido el factor persistente, subyacente y a largo plazo que ha dado forma al mercado duro. Prolongó el periodo de tipos de interés cercanos al 0% durante varios trimestres. Las medidas de contención y mitigación de la pandemia provocaron escasez de producción, mayor demanda de productos de consumo e inflación.
Otro factor es el aumento de las tasas de interés. La Reserva Federal de EE.UU. ha aumentado las tasas de interés en el último año, lo que ha provocado un descenso de los rendimientos de las inversiones. En consecuencia, las compañías de seguros endurecieron sus directrices de suscripción, solicitaron tasas más altas y se retiraron de determinadas zonas.
La frecuencia de grandes fenómenos meteorológicos, como huracanes, inundaciones e incendios forestales, está dando lugar a más reclamaciones de seguros, siniestros de mayor coste y una sobrecarga de trabajo para los peritos. Según el Insurance Information Institute, los incendios forestales, las sequías y las olas de calor causaron pérdidas económicas por valor de 20 360 millones de dólares y pérdidas de seguros por valor de 8 690 millones de dólares en 2021.
La inflación social es el término utilizado para definir el creciente coste de las demandas por responsabilidad civil. Diversas tendencias jurídicas y culturales están impulsando demandas cada vez mayores. Los abogados, por ejemplo, utilizan con más frecuencia las redes sociales, la analítica y el marketing para llegar a grandes grupos de demandantes potenciales. El Insurance Information Institute informó que de 2014 a 2018, las indemnizaciones de los demandantes estadounidenses casi se habían duplicado en cantidades totales en dólares, y que pocas superaban los mil millones de dólares.
La dureza del mercado ha hecho subir las tasas de las primas a casi todos los asegurados, aunque el riesgo actual no haya cambiado. Durante este tiempo, algunos asegurados han considerado disminuir sus límites de cobertura, eliminar importantes características de cobertura de sus pólizas o aumentar sus franquicias para reducir el coste. Sin embargo, sacrificar la cobertura por una prima más baja no es una decisión acertada.
¿Cómo sobrevivir a un «mercado difícil»?
Ahora, más que nunca, es el momento de aplicar prácticas de gestión de riesgos y seguridad para arrancar los beneficios en el momento de la renovación. Los asegurados deben ser proactivos a la hora de minimizar y controlar el riesgo de pérdidas. Los propietarios de inmuebles deben actualizar los sistemas eléctricos para reducir el riesgo de incendio; los empresarios, por ejemplo, deben revisar o implantar manuales de empresa para reducir la exposición a demandas de sus empleados. Además, debido a la escasez de mercados de seguros, deben evitar las cancelaciones pagando puntualmente sus primas de seguro y cumpliendo las recomendaciones de las inspecciones.
En general, los consumidores deben esperar un mayor escrutinio en la suscripción y estar preparados para proporcionar más información que la exigida anteriormente. Nos enfrentamos a un «mercado difícil». Mientras lo atravesamos, hay que ser paciente y esperar vientos favorables de cambio.